
El no querer conocer nada sobre la política en Colombia es una realidad, triste y desafortunada, que tiene sus raíces en el pésimo ejemplo de los servidores públicos, en donde se roban el dinero y no hacen mucho.
Buenaventura es más que un puerto, son personas inteligentes, de buen ambiente y con ganas de salir adelante. Desafortunadamente la corrupción y el aumento de la violencia ha hecho que siga sumergida en la pobreza.
La política es una forma de organizar la sociedad, pero más aún, una responsabilidad de servir y administrar de manera equitativa y justa los bienes públicos , de mejorar la calidad de vida de las personas y tener el poder de cambio en la sociedad.
No se puede ver a Buenaventura como solo un puerto, Buenaventura son las personas con sueños e ideas de emprendimiento. En el sector gastronómico, el triple, las cazuelas de mariscos, el viche, el arrechon.
El turismo es pieza clave también, ladrilleros, Juanchaco, bahía Málaga, la Bocana , playa Pianguita, lugares paradisiacos. Hay con que en Buenaventura.
Desafortunadamente, ya son más de 22 asesinatos en apenas 21 días del mes de Julio del presente año. Además de esto, la corrupción también afecta a esta ciudad. Se debe reevaluar cómo combatir la violencia, inclinar la balanza a investigaciones judiciales, órdenes de captura, allanamiento, no solo cuadrantes de vigilancia.
En cuanto a la corrupción, se necesita pues, que cada persona ahonde en temas políticos, abrir espacio de pedagogía, hablar abiertamente, con respeto y sin odios de política, sobre la situación de la ciudad y posibles soluciones. Afortunadamente la juventud cada vez crece más en espacios como, la Plataforma Distrital de Juventudes en Buenaventura, el cual es un ente colegiado y autónomo que asesora a la administración distrital en planes que tenga que ver con la juventud.Sin embargo, la necesita de más espacio es vital para generar una cultura de pedagogía constante y firme.
Importante es buscar el bien común y ser conscientes que, como seres humanos siempre estaremos expuestos a fallar, hacer el mal, por eso es vital pertenecer a un equipo y colocar límites, delegando poder sobre otras personas, para asegurarnos de caminar rectamente. Al pasar del tiempo me doy cuenta que se necesitan personas con valores para gobernar.
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