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Duvalier Sachez, un ser humano político atípico

Actualizado: 1 jun 2021

8 horas en donde, sin falsas ilusiones, pero con acciones que te dejan perplejo al tejer puentes donde el diálogo constante, acompañado de la academia y el respeto, pintan como la base de una nueva Colombia.


“Mayo, el mes donde pasa de todo” dice Juan David, recordando un viejo anécdota donde en campaña, este atípico personaje, se enfrentó argumentalmente a los capuchos de Univalle, mientras realizaba una campaña del partido verde. Juan David, es un amigo de años, de esos con los que se disfruta un largo diálogo, frente a unas costillas ahumadas con hoja de guayabo de la calle 31, en Palmira. Fiel amigo y mano izquierda, y derecha también de Duvalier Sanchez, jefe de gabinete de la alcaldía de jamundí, aspirante a la gobernaciòn del Valle del Cauca en el año 2019, y poseedor de la capacidad cuasi-divina de escuchar el doble y hablar lo poco.


Con Juan David, su amigo de años, saliendo de la secretaría de cultura, antigua estación de tren.

¿Quién pues este ser humano de carne y hueso?


Quien con pinta joven, pero con espíritu radical y experimentado, ha logrado tejer puentes pedagógicos de diálogo en una Colombia que atraviesa un momento coyunturalmente histórico.


De Familia campesina, y el único en su familia con pregrado y posgrado. Recibió su cartón en unas manos con tierra de capaces agricultores colombianos , quienes dan aguante a la violencia ruin y salvaje de un campo camuflado.

Así pues, este Duvalier es abierto en su conversar, comunitario social en sus ideas y acciones amables, quien con gallardía accional rompe paradigmas de lo que es la política en un país de trabajos forzados, y de ampones dictatoriales. Como resultado de lo anterior,se respira una atmósfera que grita el bien general sobre el privado.


El ser equitativo e imparcial en mermeladas privatizadas, pero sagaz para lograr una atmósfera sólida y en movimiento por la equidad social, es una de sus habilidades.


De este modo, en el camino al diálogo con algunos líderes de Palmira, en un Renault Duster sin blindar Duvalier viste de jean, camisa azul turquí de manga larga, y unos zapatos sport color café, de esos que utilizan los arquitectos los fines de semana, con suela rugosa y ojales metálicos, color bronce, todo un constructor de la paz.



Por otro lado, su fama ha sido por el simple y profundo hecho de escuchar, acto cuyos detractores violentos y solícitos a la amenaza telefónica aún no comprenden. A pesar de lo anterior, llega a la reunión con los líderes, que entre risas y rimbombantes citas nerudésticas, exponen la situación de la ciudad, las quejas, posibles soluciones, realidades sociales, y triunfos pasados que no deben olvidarse.

Reuniones con algunos líderes, en una casa del arte en Palmira Valle.

Después de terminar la reunión con un rico refrigerio de pan cacho con coca cola, nos trasladamos a la alcaldía de Palmira, donde con el alcalde de Palmira, Oscar Eduardo Escobar Garcia, Duvalier se reúne para exponer lo hablado con los líderes, ese es su modus operandi . Aunque no se me permite entrar, se siente una turba de pesadez, quizás por toda la situación.


En camino a dialogar con el alcalde de Palmira.

Entonces , ¿qué le espera a este singular personaje que se unta de pueblo? Bueno, uno de los síntomas que predicen su buen caminar en el futuro, son las amenazas, y aunque es la VIDA!! la que está en juego, a esta hora sigue en Bogotá, recogiendo firmas en la plaza de Bolívar, para que el presidente Ivan Duque se siente a hablar con los jóvenes, sobre los reclamos que hacen.


Vista desde la alcaldía de Palmira

Finalmente, es imprescindible no ver al cielo y preguntar, ¡¿y entonces qué?!,ver en el corazón y sentir una desesperanzada, ver la oscuridad por la que camina Colombia, sin embargo los buenos cambios vienen en pequeños pasos y de muy abajo, así como aquel galileo que menciona nuestro himno nacional.



Edgar Penilla Polo

Periodista-Maquillador

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